El mundo europeo en el siglo XI
A inicios del siglo XI surgieron nuevas
manifestaciones de unidad política en la Europa medieval; las luchas constantes
por la hegemonía llevaron, en algunos casos, al intento de reconstruir los
grandes imperios de la Antigüedad.
El Sacro Imperio Romano Germánico
Hacia el
año 1000, Europa estaba dividida en numerosos reinos y territorios independientes.
Los dos Estados más importantes surgieron de la división del Imperio
carolingio: el Sacro Imperio Romano
Germánico que teóricamente ejercía una autoridad simbólica sobre todo el
mundo cristiano occidental- y el reino de Francia. Cada uno de estos Estados se
encontraba a la vez dividido en demarcaciones territoriales más pequeñas, como
ducados y señoríos. En esos lugares, la autoridad del emperador o de los reyes
era muy débil.
En el año 936, Otón I, hijo de Enrique el Pajarero, ascendió al trono de Germania. Y al igual que Carlomagno, aspiraba a reconstruir el antiguo Imperio romano. Para ello, primero debía consolidar la autoridad real en la propia Germania, por lo que intentó subordinar bajo su poder a los nobles, a quienes convirtió en funcionarios leales a la monarquía. Sin embargo, no logró su objetivo por el poder y la actitud levantisca de los grandes nobles. Otón decidió entonces buscar el apoyo de la poderosa jerarquía eclesiástica.
1.4 El Sacro Imperio Romano Germánico
1.4 El Sacro Imperio Romano Germánico_Personalizado