ASIA Y LA UNÍON SOVIÉTICA ENTRE GUERRAS
Estimado colega de Ciencias Sociales de QUINTO DE SECUNDARIA. a continuación se comparte una ficha sobre Asia y la unión soviética entre guerras , con ACTIVIDADES SUGERIDAS , en dos formatos de word. el primero es un texto simple para ser modificado a libertad y el segundo archivo está editado para ser impreso de forma horizontal y que pueda ser pegado en el cuaderno de los estudiantes a manera de cuadernillo. También podrá encontrar el texto al final de esta publicación.
ASIA Y LA UNÍON
SOVIÉTICA ENTRE GUERRAS
En las primeras décadas del siglo
XX, las dos principales potencias asiáticas, China y Japón, experimentaron
profundos cambios políticos. En la Unión Soviética, por su parte, se impuso el
régimen estalinista.
El régimen estalinista en la
Unión Soviética
Desde 1929, Stalin acaparó todos
los poderes e instauró una dictadura personal. Para garantizar su autoridad,
utilizó tres medios:
·
El culto a la personalidad. Mediante la
propaganda se ensalzaba la imagen de Stalin como "gran benefactor" y
"padre" del pueblo. A la vez, se eliminaba cualquier aspecto positivo
de sus enemigos y se falseaba la verdad si era necesario.
·
El refuerzo del poder del Partido Comunista. Si
se quería participar en la vida política a través de los sóviets, era necesario
pertenecer al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), ya que este
imponía las candidaturas.
·
El terror. Era ejercido tanto dentro del partido
como sobre el conjunto de la sociedad. El instrumento utilizado para llevar a
cabo la represión fue el NKVD (la policía política), pero también colaboró gran
parte de la población. Las purgas o depuraciones más intensas se desarrollaron
entre 1933 y 1939. Miles de personas fueron enviadas a campos de concentración
(gulags), la mayoría en Siberia.
Stalin también procedió a un
control absoluto de la cultura. El PCUS determinó que el arte debía servir para
formar buenos comunistas y como medio de propaganda del partido. A partir de
1932 se inició la persecución de los artistas de vanguardia, a los que se acusó
de ser contrarrevolucionarios y burgueses, y se estableció una única tendencia
oficial, el realismo socialista, que se caracteriza por tener un estilo
tradicional y por las temáticas, que ensalzaban de forma idealizada la
revolución y a sus líderes, así como a los obreros y campesinos.
La política económica
Stalin pensaba que para asegurar
el porvenir de la revolución era necesario convertir a la Unión Soviética en
una potencia industrial. Con ese fin puso en práctica un plan económico a largo
plazo (cinco años) para alcanzar el desarrollo. Durante este Primer Plan
Quinquenal (1928- 1932), Stalin impuso un programa de colectivización agraria,
abolió la propiedad y el comercio privados e instauró un colectivismo integral
dirigido por el Estado. La implantación de este plan fue implacable: los que se
oponían a él fueron perseguidos, asesinados o de- portados a Siberia. A fines
de la década de 1930, la URSS ya se perfilaba como una potencia industrial, con
una economía planificada y centralizada, pero a costa de la vida de millones de
soviéticos. Solo en Ucrania, por ejemplo, entre 1930 y 1933 una hambruna
causada por la drástica colectivización agraria mató a más de seis millones de
personas.
El militarismo expansionista en
Japón
A inicios del siglo XX, Japón se
había convertido en una potencia económica y militar: Sin embargo, su
desarrollo tenía como obstáculo la carencia de materias primas y de fuentes de
energía en su territorio, como el carbón y el petróleo. Por ello, la élite
japonesa delineó un plan de expansión imperialista para obtener recursos
naturales en los países vecinos. En las guerras contra China (1894-1895) y
Rusia (1904-1905), así como en la Primera Guerra Mundial, Japón demostró su
poderío militar.
En la década de 1920, el
militarismo japonés resurgió. Luego de la crisis de 1929, los clanes militares
elaboraron la doctrina del camino imperial, que aspiraba a concentrar todo el
poder en la figura del emperador y de su entorno militar. El primer objetivo fue
Manchuria, considerada por el Imperio japonés como parte de su espacio vital.
Su ocupación en 1932 provocó la condena de la Sociedad de Naciones, institución
que Japón abandonó en marzo de 1933. Un año después, denunció los acuerdos de
Washington de 1922 que limitaban su fuerza naval. En 1937, las fuerzas
japonesas invadieron China.
La guerra civil en China
Al finalizar la Primera Guerra
Mundial, los chinos quedaron indignados al conocer que las posesiones alemanas
en su territorio habían sido entregadas a Japón y no devueltas a China. Ello
estimuló la fuerza del Partido Nacionalista o Kuomintang (KMT), dirigido por
Sun Yat-sen, el caudillo que lideró la formación de la república en China.
En 1923, para tener bases sólidas
que les permitieran debilitar a los "señores de la guerra", jefes
militares que basaban su poder en el tráfico del opio, el KMT admitió el
ingreso de los nacientes grupos comunistas. Esta alianza le aseguró el apoyo
soviético para la formación del llamado Ejército Revolucionario. Luego de la
muerte de Sun Yat-sen, su cuñado Chiang Kai-shek asumió el mando del KMT y de
su ejército. En 1926, el Ejército Revolucionario se lanzó a la conquista de
Pekín.
La alianza entre el KMT y los
comunistas se resquebrajó cuando Chiang percibió que los comunistas tenían gran
acogida en la población. Entonces, inició una purga contra ellos en 1927, lo
que obligó a los comunistas chinos a pasar a la clandestinidad. Así se inició
la guerra civil.
Los comunistas, al mando de Mao
Zedong, se internaron en las montañas de Xin- gan para reclutar nuevos
militantes y organizar un ejército. A diferencia de Lenin, Mao consideraba que
era más importante la participación del campesinado en la revolución comunista,
pues el proletariado era muy pequeño en China. En el campo, Mao confiscó y
repartió tierras de los grandes propietarios. Mientras tanto, en 1928, Chiang
Kai-shek logró convertirse en presidente de China y estableció su capital en
Nankin. En 1934 envió a un ejército de casi un millón de hombres a someter a
los comunistas. Entonces, estos realizaron la Larga Marcha, una épica travesía
hacia el norte a través de las montañas de China.
Chiang Kai-shek no logró imponer
su autoridad y tuvo que enfrentar desde 1931 la expansión japonesa, que había
convertido a Manchuria en un Estado autónomo bajo el protectorado japonés. En
1937, chinos y japoneses iniciaron una guerra.